TOROS EN SEVILLA

El blog taurino de Víctor García-Rayo. La pasión por el hábitat natural del toro de lidia. La fiesta, el amor por el animal más hermoso del mundo. Centrado en Sevilla y en su provincia, una ventana taurina que se abre al mundo. Cultura y amor por la tauromaquia.




domingo, 13 de octubre de 2013

MANZANARES Y LAMA DE GÓNGORA PONEN LA GUINDA EN SEVILLA


 
 
Festival benéfico en la Maestranza
Con la plaza prácticamente llena de testigos ávidos de una buena dosis de arte, salió Morante de la Puebla a torear al cinqueño que abrió plaza. De haber tenido más fuerza el noble ejemplar, Morante le hubiera cincelado una faena de frotarse los ojos. De hecho apuntó detalles de un concepto tan personal como inolvidable. Hubo nobleza en el toro, pero faltó ímpetu. Anotó el torero destellos torerísimos bajo los sones de “Suspiros de España”.

Julián López “El Juli” desgranó de nuevo en Sevilla una incuestionable capacidad técnica, una raza fuera de todo límite y una serenidad asombrosa. Faena de dominio y cuajo a un toro que embistió con más calidad por el pitón derecho. Se le fue la espada baja en el primer encuentro y perdió de esa forma el trofeo.

“El Cid” cinceló un buen puñado de naturales al toro de Victoriano del Río. Fue lo más destacado de un episodio en el que vino a menos el toro. Mató el torero al tercer intento.

La única oreja entre los matadores de toros la arrancó Manzanares después de un inicio extraordinario de faena al toro de El Pilar. Pero en cuanto “Guajiro” sintió que mandaba el torero, decidió cambiar a peor y dejó de entregarse con aquella alegría que había posibilitado el empaque único de un diestro tan elegante como capaz. Torerísimo Manzanares que se empeñó en matar recibiendo. Cuando comprobó que el toro no respondía, ejecutó un soberbio volapié. Una vez más, José María Manzanares convenció a “su” plaza de la Maestranza.

No brilló Talavante con el de Cuvillo. Apenas un par de tandas más destacadas en una faena que no llegó a los tendidos. Capítulo soso este quinto. En el epílogo del festival el novillero sevillano Lama de Góngora chocó de bruces con un novillo de Juan Pedro Domecq absolutamente imposible. Pidió el sobrero y pronto cambiaron las tornas. El animal salió con bríos y el joven torero lo recibió con largas cambiadas y una pronta entrega que provocó la evidente conexión con un público que captó con nitidez la entrega del torero. Faena de emoción con un novillo interesante y exigente. Buena faena medida y torera, con naturales largos y templados. Oreja muy merecida para Lama de Góngora en la Real Maestranza.

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