TOROS EN SEVILLA

El blog taurino de Víctor García-Rayo. La pasión por el hábitat natural del toro de lidia. La fiesta, el amor por el animal más hermoso del mundo. Centrado en Sevilla y en su provincia, una ventana taurina que se abre al mundo. Cultura y amor por la tauromaquia.




domingo, 23 de septiembre de 2012

2ª DE SAN MIGUEL: ALCURRUCÉN, MÁS FACHADA QUE FONDO

Plaza de toros de Sevilla. Sábado, 22 de Septiembre de 2012. Seis toros de ALCURRUCÉN, muy bien presentados pero deslucidos en su juego. EL CID. (Ovación y silencio). SEBASTIÁN CASTELLA. (Ovación tras aviso y silencio tras aviso). DANIEL LUQUE. (Ovación y silencio). Entrada: Tres cuartos de plaza. Los de Alcurrucén, más fachada que fondo La corrida del sábado lució hechuras para embestir en unos casos y en todos los capítulos tonelaje hermoso. Pero el toreo se practica a partir del interior, y no sólo de la fachada de los toros. En este caso, los Núñez de la casa Lozano no se entregaron a la causa y, si bien algunos se movieron, lo hicieron con esa sosería y falta de entrega real que termina desluciendo cualquier ilusión. La primera parte de la tarde fue más hermosa que la segunda. Todo se vino a menos. Después del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Félix Saugar “Pirri”. No fue fácil el encierro para el capote, algo propio del encaste, y así comenzó por tanto la actuación de Manuel Jesús “El Cid” ante “Guitarra” –sólo con ese nombre ya estaba obligado a embestir- un toro que si bien convenció al respetable en sus primeras arrancadas, se vino a menos para empeorar en todos los sentidos. Fue entonces cuando el diestro apostó por el pitón izquierdo hasta que el ejemplar le echó mano de forma violenta. Se temió lo peor. “El Cid” se escapó de milagro. El cuarto comenzó transmitiendo y haciendo soñar a propios y extraños…pero se paró. Espejismo. Porfió el torero ante un toro venido abajo. Pitonazos, golpes y poco más. El toro de Alcurrucén salía de los muletazos con la cara por las nubes y negándose a ofrecer espectáculo. Muy descompuesto el primer ejemplar de Castella en los primeros tercios, alcanzó el tercio de muleta recibiendo un puñado de muletazos del francés con alto nivel de cadencia y verdad. Todo hacía indicar que lo cuajaría de pitón a rabo. Quietud, despaciosidad y muletazos extraordinarios a un toro muy “mexicano” embistiendo. Era difícil aplicar el temple y lograr que no la tropezara. Muy bien Castella. El toro terminó apagándose y echando la cara arriba. Fue noble sí, pero le faltó rematar. Espadazo y fuerte ovación. El quinto era un pavo, un tío con toda la barba. Con el capote hay que destacar el quite que le hizo Luque en su turno a este toro de Castella. Otra vez el francés a los medios, quieto como un poste, pero el toro no le acompaña. La cara suelta, cabeceando y planteando dificultades. Las fue salvando el torero, y alcanzaron un punto de encuentro, pero fueron muchos muletazos sin que la faena llegara a los tendidos. La faena de Luque al tercero fue posiblemente lo más interesante de la tarde en la Maestranza. Otro Alcurrucén que empieza transmitiendo. Los muletazos por bajo son soberbios. El toro sin embargo se sintió podido y cayó a plomo. Luque tiene un sitio excelente, por eso plantea su obra y exige que el toro obedezca. El ejemplar lidiado en tercer lugar se paró definitivamente y todo lo tuvo que hacer el torero. Muy por encima Daniel Luque de su toro. Cerró plaza otro burel de Núñez que nunca se quiso entregar a los engaños, a ninguno de los compromisos que planteaban los lidiadores. Daniel Luque comprobó que el toro pasaba sin más, a regañadientes y descastado. Supo pronto el torero que su oponente no le daría lugar al lucimiento. Así terminó una corrida con más fachada que fondo.

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